Las enfermedades no cogen vacaciones en verano
Llega el sol y el calor y, salvo por el coronavirus, toca relajarse y descansar. Pero no podemos olvidar que además de COVID-19, tenemos que estar pendientes de otras enfermedades típicas de esta época estival. Y sobre todo los niños que, al realizar actividades diferentes a las que marca la época escolar, son más propensos a sufrir todo tipo de pequeños accidentes y a contraer enfermedades veraniegas.
Podría sorprendente, pero las enfermedades más frecuentes en estas fechas están ligadas al sistema gastrointestinal. Por ejemplo, cuando bebemos agua de un vaso o botella no muy limpios o de un grifo que encontramos durante una excursión y no conocemos bien. También a través de los alimentos crudos o alimentos preparados que, por el calor, no se encuentran en perfectas condiciones.
El calor es causa de problemas digestivos, intoxicaciones y, por supuesto, deshidratación… Es muy importante beber mucha agua. Al menos un litro y medio cada día los adultos y algo menos los niños. Beber agua y líquidos es sencillo, pero a veces se nos olvida y luego vienen los problemas. Mareos, vómitos, insolaciones, etc
Beber y cubrirnos la cabeza. Es muy importante. Insolación, hipertermia (temperatura por encima de lo normal) y deshidratación son los problemas más habituales que nos encontraremos si, por ejemplo, permanecemos mucho tiempo en la playa sin beber, sin cubrirnos la cabeza, sin ponernos protección en la piel….
El agua es importante, y no sólo para beber. Si te vas a bañar, cuidado de que no esté contaminada. Por ejemplo al bañarnos en playas o piscinas no muy limpias, el agua nos puede afectar causándonos una otitis (inflamación del oído). La otitis de verano es diferente a la otitis por el frío. Muchas veces se trata de una inflamación del oído externo. El mejor consejo es una buena higiene del canal exterior de la oreja.
Bañarnos, también nos permite bajar nuestra temperatura corporal. Pero cuidado al terminar el baño. No vuelvas a la calle con ropa mojada. Puedes favorecer la aparición de infecciones de las vías urinarias, lo que se denomina una cistitis. Lo mejor es cambiar la ropa húmeda después del baño por ropa seca.
Otra enfermedad frecuente es la denominada Pie de Atleta, una infección en los espacios entre los dedos del pie, provocado por sudor excesivo. El ecosistema de la piel se altera debido al cambio de las temperaturas y la humedad. Ello favorece la aparición de hongos. No sólo en los pies. También hay otros hongos corporales. Para prevenir es aconsejable utilizar prendas transpirables, secar bien el cuerpo antes de ponerte ropa y utilizar chanclas o zapatos de agua en la piscina.
No podemos olvidar el herpes labial: tal vez te sorprenda saber que los rayos UV provocan la reactivación del virus de herpes simplex, que muchas personas llevamos encima desde pequeños y sin saberlo. El mejor consejo para prevenir la reactivación del herpes labial es utilizar protectores labiales y mantenerse en forma, ya que ante una bajada de las defensas (insolación, gripe, resfriado, infección…) el herpes, aprovecha para reaparecer en escena. Un tratamiento antiviral tópico puede ser suficiente en el caso de la aparición del virus.
Dependiendo del año o del lugar donde estemos, puede haber gran concentración de mosquitos (mucho césped, agua estancada, etc.) Las picaduras de estos voladores son muy frecuentes en verano y por ello debemos siempre llevar los típicos lápices (a base de amoniaco) que alivian el dolor o las famosas pulseras que se han puesto de moda y alejan a (la mayoría de) los mosquitos. Y recuerda que no sólo pican los mosquitos. En caso de duda de una picadura, mejor consultar a un médico a mano o enviarme una foto (te ofrezco mi WhatsApp al final de este artículo).
Las razones más frecuentes por las que los niños llegan a mi consulta médica en verano son: dolor de cabeza, fiebre, temperatura alta, pecas, manchas nuevas en la piel, dolor de barriga, diarrea, deshidratación e insolación… Si tienes dudas, consúltame. Los médicos de mi especialidad estamos preparados para darte la solución que necesitas.
Mis consejos personales son:
- siempre beber mucha agua, tés, zumos…
- evitar los aires fríos (corrientes, aires acondicionados sin control, etc)
- no permanecer demasiado tiempo en la playa entre las 11h00 y las 15h00
- no practicar deporte durante las horas más calurosas
- lavarse las manos muy a menudo
- llevar la cabeza cubierta, sobre todo en la playa y a determinadas horas
- ponerse protección en la piel, incluso donde parece que el sol no llega
- Cambia tu bañador por una prensa seca cuando termines de bañarte